Película de 1984 dirigida por Brian de Palma. Un joven actor de películas de serie B tiene problemas en su nuevo rodaje debido a su claustrofobia. Por ello, una mañana regresa antes de tiempo a casa y pilla a su pareja con otro hombre, por lo que la abandona. Acaba viviendo en un moderno apartamento que le dejan y desde donde puede ver a una seductora vecina. A diario quiere disfrutar de tal visión hasta que un día ve con horror que un criminal se encuentra robando cuando la mujer regresa a la casa.
De Palma fue considerado como un discípulo o seguidor del maestro Hitchcock por varias películas que hizo como ésta. Es un homenaje a la excelente La ventana indiscreta con una mayor carga erótica pero también con mucha menos calidad en todos sus aspectos: guión, dirección, interpretaciones... Utiliza bien, pero no explota del todo, el suspense y la tensión que se generan cuando el protagonista es testigo de un posible crimen. Por ello es entretenida pero ni la historia está lo suficientemente bien desarrollada ni las interpretaciones son tan creíbles como para meter al espectador en la intriga. De Palma luce algunas de sus habilidades pero no está al nivel de otras películas de este gran director.
Floja cinta de suspense.
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