lunes, 22 de junio de 2015

El niño con el pijama de rayas



Película de 2008 dirigida por Mark Herman. Durante la II Guerra Mundial una familia alemana se traslada desde  Berlín hasta una casa en el campo a pesar de las reticencias de los niños a dejar a sus amigos. Se debe a que el padre es nombrado el nuevo comandante de un campamento de exterminio que hay cercano. El niño se aburre y escapa de la casa con frecuencia en busca de aventuras hasta que encuentra el campamento. Cree que es una especie de granja y no entiende por qué la gente va en pijama, lo que va hablando con un niño prisionero que se acerca a la valla y que va viendo a menudo.
Adaptación de la popular novela homónima de John Boyne sobre un niño alemán hijo de un alto militar nazi que descubre un campo de prisioneros y que no puede entender ni la maldad con la que está concebido ni el odio que le tratan de enseñar. La historia es sobrecogedora y tiene varias lecciones morales de consideración, entre las que destaca que el odio se enseña pues no se nace con él. Por sí misma es suficiente para enganchar al espectador y ponerle la carne de gallina, pero tiene otras virtudes que la realzan y dan credibilidad como la cuidada ambientación, vestuario y maquillaje, música, interpretaciones, etc. No llega a una calidad mayor porque deja la sensación de trivializar un poco el drama y utilizarlo excesivamente de una forma comercial, además que el director no llega a captar del todo la sensibilidad de lo que cuenta. Destaca la interpretación del joven protagonista, Asa Butterfield, que se ha ido consagrando con otros buenos títulos recientes. Le acompañan otros buenos actores como Vera Farmiga, Rupert Friend y David Thewlis.
Historia impactante y realizada a buen nivel.

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