Película de 1990 dirigida por Jean-Paul Rappeneau. Cyrano es uno de los mejores mosquetero y aficionado poeta que está enamorado en secreto de su prima. No se atreve a decirle nada porque es feo por su enorme nariz y, cuando cree que va a surgir la oportunidad, se entera que está enamorada de un aprendiz de su regimiento. Es un joven sin talento y para conquistarla le pide ayuda a Cyrano para que le dé las palabras adecuadas. La belleza del chico y la poesía de Cyrano conquistarán a la bella dama.
Adaptación de la famosa obra teatral homónima de Edmond Rostand escrita en verso y basada en la vida de un poeta francés del siglo XVII. Rappeneau coescribe y dirige con mimo esta romántica historia y la dota de una atmósfera y un ritmo que acompañan los versos con belleza. Sus aspectos técnicos están a gran altura pero lo que más destaca son sus diálogos, todo en verso y sin restar fluidez ni credibilidad a la trama. Todo un complicado ejercicio que tiene algunos momentos brillantes y bellos. También destaca el vestuario, la bonita banda sonora de Jean-Claude Petit y las interpretaciones. El protagonista principal, un estupendo Gérard Depardieu, ensombrece al resto a pesar de contar con estrellas como Vincent Pérez. La duración es algo excesiva y hubiera sido mejor mantenerla en las dos horas, pero aún así no se hace larga y acaba dejando una buena sensación en el espectador.
Buena.
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