miércoles, 1 de junio de 2016

Nosferatu


Película de 1922 dirigida por F.W. Murnau. Un joven que trabaja en el sector inmobiliario es mandado por su empresa a visitar a un noble en Transilvania que está interesado en comprar alguna propiedad. Ya en el viaje el joven escucha alguna leyenda pero no es hasta que el conde firma la compra de una vivienda justo al lado de la suya cuando descubre que se trata de un vampiro. Y, peor aún, ha visto una foto de su amada y se ha interesado por ella, por lo que cuando lo ve partir del castillo teme las intenciones del monstruo.
Adaptación libre de la célebre novela de Bram Stoker (parcialmente así para no tener que pagar los derechos de autor a los que finalmente fue condenada), la primera vez que se llevaba el mito de Drácula a la gran pantalla. Se trata de una cinta de importancia histórica, pues en los comienzos de este arte puso algunos de los cimientos que luego todos han usado. Tiene casi un siglo y sorprende cómo cuenta la historia, el montaje, el guión, los efectos especiales, el uso que hace de luz y las sombras, el maquillaje, etc. En todos estos aspectos es sumamente moderna aunque hoy en día se pueda ver anticuada por las sobreactuaciones o lo rudimentarias que parecen todas esas técnicas tras casi cien años de desarrollo. Tiene un mérito y una creatividad magistrales, y el papel de vampiro interpretado por Max Schreck sigue grabado en las mentes de todos los cinéfilos. Para el espectador que no sepa apreciar esto le puede parecer aburrida por la falta de sonido y por la calidad de las imágenes porque están deterioradas, pero para los demás verán el nacimiento del séptimo arte.
Clásico en los orígenes del cine.

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