Película de 2016 dirigida por David Yates. Los belgas están esclavizando el Congo y han contratado un ejército de mercenarios para asegurarse su control. Pero necesitan más dinero y la solución está en los diamantes que hay en una zona controlada por una tribu. El jefe le pide a cambio de los diamantes que le traiga a su enemigo, Tarzán, aunque éste vive ya en Inglaterra. El malvado capitán belga ideará un plan para atraerlo y completar su misión.
Nuevas aventuras de uno de los personajes de ficción más famosos de la historia, Tarzán, creado por Edgar Rice Borroughs. Yates no se centra en el origen del personaje aunque sí introduce algunos flashbacks para contar algo de su infancia sino que se centra en una aventura que le lleva desde su vida normal en Inglaterra a sus orígenes en el Congo, donde unos malvados están matando animales y esclavizando a toda la población. Lo mejor que tiene es la parte técnica pues lucen unos efectos especiales increíbles, sobre todo con la recreación digital de los animales. También son espectaculares las localizaciones, realmente bellas. Pero la historia que cuenta es muy convencional y predecible, con unos diálogos bastante pobres, lo que decepciona bastante. Entre el reparto destacan dos actores de la talla de Samuel L. Jackson y Christoph Waltz que deben haber hecho mucha caja con el proyecto. No es recomendable para el público más infantil por las escenas de violencia, especialmente con animales.
Floja.
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