Película de 2015 dirigida por Peter Landesman. Un joven doctor patólogo forense que está especializándose en descubrir por qué la gente muere, especialmente en el mundo de la neurología, hace la autopsia al cadáver del que fue una leyenda del fútbol americano. Descubre que su cerebro está lleno de microlesiones que hacen que redujera su capacidad y que le provocaran todo tipo de trastornos. Investiga y relaciona esas lesiones con los impactos que sufren los jugadores de este deporte y publica su descubrimiento. Rápidamente la NFL moviliza toda su artillería para desacreditarlo ante la amenaza que puede suponer.
Sorprendente e interesante episodio real reciente que impactó a la sociedad americana al descubrir los efectos que su deporte rey, o uno de ellos, provoca en el cerebro de los jugadores. Lo más llamativo es cómo el interés por el dinero parece estar por encima de todo, totalmente escalofriante. El guión es del propio Landesman y cuenta de forma sólida y hábil (para que el espectador siga bien la investigación) cómo se produjo el descubrimiento y persecución del científico. Añade algunos momentos más personales del protagonista que no aportan mucho a la historia aunque le perfilan mejor. Es totalmente apta para toda la familia y las únicas imágenes impactantes son las reales del propio deporte. El reparto lo encabeza un solvente Will Smith que se desenvuelve bien en el papel y está acompañado por secundarios conocidos como Alec Baldwin y David Morse.
Interesante y bien realizada.
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