martes, 4 de septiembre de 2018
Espía por mandato
Película de 1962 dirigida por George Seaton. Un próspero hombre de negocios sueco en el negocio del petróleo es presionado por el bando aliado para aprovechar sus conexiones con la Alemania nazi y espiarles. Desarrollan un arriesgado plan para descubrir las refinerías alemanas para destruirlas y mermar así la capacidad militar nazi.
Espléndida cinta de espías basada en el libro homónimo de Alexander Klein que cuenta lo vivido por Eric Erickson durante la segunda mitad de la II Guerra Mundial. Es decir, está basado en hechos reales y, aunque hay aspectos que no se corresponden fielmente a lo ocurrido, recientes revelaciones muestran que en lo más importante fue así. Es un relato intenso y tenso, trasladando mucha sensación de realismo y alejándose así de la clásica perspectiva heroica de este tipo de sucesos. Seaton trata de dar credibilidad a la película y rueda de manera algo austera y sin añadir tramas paralelas para poder centrarse en la historia principal y en los auténticos protagonistas. La ambientación, la música, las localizaciones, etc. están a muy buen nivel, así como las interpretaciones, pero es el guión y la dirección de Seaton los que más destacan. Utiliza al protagonista como narrador para aportar más información así como para personalizar aún más lo que cuenta, haciendo así que el espectador empatice fácilmente. Tanto el desarrollo de la historia como la evolución de los personajes son magníficos. También ayuda el estupendo trabajo de la pareja protagonista, William Holden y Lilli Palmer. Con la calidad que atesora es difícil entender cómo no es más conocida y reconocida.
Excelente cinta bélica y espionaje.
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