Película de 2017 dirigida por Scott Cooper. A finales del siglo XIX el oeste americano se va estabilizando pues se ha confinado a los indios que quedan a las reservas. No obstante, aún se producen algunos ataques crueles y salvajes por parte de pequeños grupos que han escapado o se mantienen al margen de las mismas. Como gesto a las naciones indias, el presidente del país ordena liberar a un jefe indio y su familia y que sea escoltado hasta su pueblo. Dicha misión es encargada a un capitán que tiene muchos resentimientos hacia ellos.
Duro y triste western escrito y dirigido por Cooper que muestra el estado en que se encontraban las personas, indios y blancos, en muchas zonas de los EE.UU. Aunque el centro y la perspectiva es el hombre blanco, se esfuerza por mantener una equidistancia con los indios, pero es su mejor intención pero su punto más débil. Es más creíble y más sólido el lado blanco, sus personajes y estado, que el lado aborigen, aunque se ven sus buenas intenciones. La cinta está rodada de una forma muy espartana y casi ruda que transmite muy bien la melancolía y la dureza de ese entorno y situación, aunque a veces frena demasiado el ritmo de la historia. Tiene buenas interpretaciones con Christian Bale, Rosamund Pike y Wes Studi en los papeles principales y secundarios como Ben Foster.
Buena.
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