Película de 2019 dirigida por Fernando Meirelles. Tras la muerte de Juan Pablo II la Iglesia debe elegir nuevo papa y acaban escogiendo al cardenal Ratzinger sobre otros candidatos como Bergoglio. Años después y ante la petición de este último del retiro, el papa Benedicto XVI le pide que acuda a su residencia para charlar abiertamente con él.
Interesante cinta que nos cuenta la curiosa relación de los dos papas que existen el actualidad y, especialmente, los días que compartieron en Roma antes del comunicado de retiro de Benedicto XVI y posterior elección de Francisco I. Son hechos reales recientes e importantes para toda la sociedad en general y, muy en particular, para los católicos. Meirelles nos enseña el lado más humano de estas dos grandes figuras y su particular perspectiva de la Iglesia. El guión de Anthony McCarten basado en su propia obra de teatro es muy bueno por la construcción de los dos protagonistas, con diálogos brillantes por momentos, y que evita meterse en el fondo de los grandes escándalos sacados a la luz en los últimos años (puede ser una ocasión perdida pero, por otro lado, no sería suficiente duración para un tratamiento serio y responsable). El otro pilar clave es el duelo interpretativo de sus protagonistas, dos fantásticos actores como Anthony Hopkins y Jonathan Price, transmitiendo una credibilidad y sensibilidad absolutas.
Muy buena.
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