Película de 2009 dirigida por Alex Proyas. Al cumplir el 50 aniversario del colegio, deciden abrir una cápsula del tiempo que se enterró allí en su inauguración con dibujos de los niños sobre cómo imaginaban el futuro. Los reparten entre los actuales alumnos y al hijo de un profesor astrofísico de la MIT le corresponde uno que sólo contiene números. Tras ignorarlo inicialmente el científico se da cuenta que contiene fechas de desastres ocurridas desde que se enterró e incluso algunas futuras, aunque también les acompaña otros números que no identifica inicialmente.
Inquietante cinta de ciencia ficción que trata sobre el determinismo, las predicciones y algo más. El planteamiento que realiza con la niña obsesionada y la larga lista de números despierta rápidamente el interés del espectador que se pregunta su significado. Pero este interés incluso aumenta cuando se empieza a aclarar lo que quiere decir y añade una gran intriga cuando aparecen unos extraños sujetos. Salvo algunos aspectos menores la trama se desarrolla con mucha habilidad para crear una buena atmósfera de tensión. Proyas demuestra así su talento pero no mantiene bien el pulso ya que en el último tercio alarga en exceso la acción y decae esa tensión tan bien conseguida. El reparto lo encabeza un Nicholas Cage que se quería afianzar en cintas de acción haciendo un trabajo decente aunque sobreactúa en ocasiones. Le acompañan actores menos conocidos como Rosa Byrne y Chandler Canterbury entre otros.
Entretenida e intrigante.
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