Película de 1960 dirigida por el maestro Alfred Hitchcock. Una chica mantiene una secreta relación con un hombre divorciado y se siente frustrada por no poder casarse por la falta de medios económicos. Un viernes por la tarde en la oficina su jefe le encomienda ir al banco con una gran suma de dinero, y ve la oportunidad de huir para cumplir sus sueños. Aunque está nerviosa, todo parece ir bien hasta que para en un motel de carretera a pasar la noche.
Mítica e imprescindible cinta de terror, cumbre del género y conocida por todo el mundo. Tiene la escena más terrorífica de la historia, la que ha provocado que durante años muchos no hayan podido tomar una ducha totalmente tranquilos. Se trata de la adaptación de la conocida novela homónima de Robert Bloch, inspirada en hechos reales y que es más violenta que la película. El maestro vuelve a rodar en blanco y negro atreviéndose a hacer algunas cosas inéditas, como que la protagonista no llegue ni a la mitad de la historia. Rompiendo su estilo habitual, escoge para el reparto a actores poco conocidos como Anthony Perkins, Janet Leigh, Vera Miles y Martin Balsam. Destacan los excelentes trabajos de fotografía de John L. Russell y de banda sonora de Bernard Herrmann, que combinados con la genial mano de Hitchcock dejaron una de las escenas más impactantes de la historia de este arte. La cinta combina intriga y terror psicológico de una forma perfecta y crea un subgénero nuevo al no utilizar "criaturas demoníacas" para dar miedo.
Imprescindible.
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