Película de 1984 dirigida por John G. Avildsen. Un adolescente y su madre se trasladan a Los Ángeles por motivos laborales. Enseguida el chico tiene un enfrentamiento con un grupo de jóvenes abusones que le pegan al verle relacionarse con la exnovia de uno de ellos. Las agresiones se repiten hasta que el peculiar responsable de mantenimiento donde vive, un japonés ya mayor, le defiende y les reta a ellos y su maestro de karate al torneo de esta disciplina que tendrá lugar en breve. Entonces empieza a formar al joven de una manera muy llamativa.
Cinta juvenil sobre un chico que aprende karate con los "verdaderos" valores de este arte marcial (frente a los macarras que lo utilizan para abusar de los demás) que fue un gran éxito de público en los 80 dando lugar a varias secuelas y remake. La historia tiene dos vertientes, la relación con los chicos malos y la de aprendizaje con el maestro japonés. La primera es muy típica y predecible mientras que la segunda sí es buena e interesante. En esta última cuenta una bonita historia de amistad que destaca valores como el esfuerzo, la paciencia y la disciplina. El trabajo del actor Pat Morita es clave para el resultado, pues está muy por encima del resto del reparto y transmite a la perfección sus enseñanzas a la vez que consigue poner un poco de humor a la cinta. A los niños y jóvenes les resulta entretenida y emocionante, mientras que a los adultos les parece algo desigual por lo comentado pero pasan un buen rato en general.
Entretenida cinta familiar.
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