Película de 1999 dirigida por Lasse Hallström. Un chico crece en un orfanato siendo educado por el médico que dirige la institución. Le enseña la práctica de la medicina con la esperanza de que le sustituya algún día además de ir ayudándole pero, aprovechando una visita de una pareja, se va con ellos para descubrir la vida fuera de allí. Comienza una nueva vida de trabajo en una sidrería, con un grupo de temporeros y enamorándose de una chica.
Espléndido drama basado en la novela homónima de John Irving sobre un joven huérfano que se abre a la vida. El propio autor es el encargado de adaptarlo en un magnífico guión, con una bonita historia, espléndidos personajes y una profunda sensibilidad que deja huella en el espectador. A ello contribuye las excelentes interpretaciones y la dirección de Hallström que imprime una humanidad que traspasa la pantalla. Rueda con un aire clásico que encaja a la perfección con la historia y la época en que se desarrolla. Está muy bien ambientada y tiene una fotografía preciosa que resalta las excelentes localizaciones. Cuenta con un buen equipo de actores donde el veterano Michael Caine realiza un trabajo maravilloso, haciendo que el doctor Wilbur Larch quede en la memoria colectiva. El resto de intérpretes está a un nivel muy alto, como Tobey Maguire, Charlize Theron, Delroy Lindo, Paul Rudd, etc.
Muy buena y emotiva.
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