Película de 1994 dirigida por Kenneth Branagh. A finales del siglo XVIII un joven científico estudiante de medicina está obsesionado con vencer a la muerte e incluso dar vida. Conoce en la Universidad de Medicina a un profesor que fue castigado por hacer experimentos considerados inmorales y empieza a colaborar con él hasta que sucede una tragedia. En ese momento decide ir adelante con su experimento de crear una vida sin ser consciente de las implicaciones que puede tener.
Otra adaptación del clásico de terror escrito por Mary Shelley a principios del siglo XIX. Se realizó tras el éxito de otra adaptación de un clásico del mismo género, Drácula, y coincidiendo con otros títulos que siguieron una especie de moda del momento. Tras su visionado deja la impresión de ser muy pretenciosa, una fallida oda al propio señor Branagh que no muestra su talento en realidad. Parece haber tenido la intención de asombrar al espectador continuamente de forma que se preocupa mucho de la parte visual y muy poco del contenido y la forma de contarlo. Le falla el desarrollo de la historia, su fluidez, aunque la estética esté muy cuidada y tenga buenas escenas. Tiene un reparto magnífico con el propio Branagh, Robert De Niro, Helena Bonham Carter, Ian Holm. Aida Quinn, etc, con trabajos más o menos solventes pero lastrados por el fracaso global. El metraje es excesivo y le falta empatizar con el espectador para meterlo en la historia.
Fallida.
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