Película de 2016 dirigida por Travis Knight. Kubo es un niño que vive con su madre en una cueva solos porque su abuelo y tías mataron a su padre y le quitaron un ojo. Y creen que quieren volver para quitarle el otro, especialmente por las noches, así que se cuidan de estar recluidos en la cueva cuando se va el sol. Para sobrevivir tendría que localizar tres elementos mágicos contando sólo con la ayuda de un pequeño instrumento que da vida a las figuras de papel que hace.
Los estudios Laika vuelven con otra cinta de animación con la técnica del stop motion en la que su presidente se pone tras las cámaras, rodando una de sus mejores películas hasta la fecha. Desde el punto de vista técnico deslumbra por su calidad, tanto en la definición de cada toma y elemento de la misma como por los fluidos movimientos de éstos y de la cámara. Un trabajo brillante, con una gran belleza visual que sabe sacar muy buen provecho del marco y fondo de la historia. Ésta es original y con una gran imaginación, con el encanto del Japón medieval y con mucha magia, como una buena leyenda. Por todo ello capta enseguida la atención del espectador, niño y adulto, y lo mantiene cautivado durante todo el metraje, emocionando y divirtiendo. Es una estupenda cinta para disfrutar en familia.
Muy buena.
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