Basándose en la novela de A.I. Bezzerides, Richard Macaulay y Jerry Wald desarrollan un estupendo guión en el que predomina el drama, aunque en la segunda mitad añaden tintes de cine negro y suspense. Suceden muchas cosas en tan corto espacio de tiempo, pero no se trata nada con frivolidad o superficialidad, y todo engrana a la perfección. Walsh vuelve a demostrar su dominio del ritmo narrativo en una situación nada fácil con tan denso guión. Parece como si quisiera aprovechar la excusa de una historia típicamente de cine negro para contarnos la dura situación por la que pasaban algunos colectivos. Arthur Edeson es el responsable de la bella fotografía que podemos disfrutar. La interpretaciones son excelentes, con una polifacética Ida Lupino (uno de sus mejores papeles), un duro George Raft, una bella Ann Sheridan y el siempre extraordinario Humphrey Bogart (que sólo lamentamos que no tuviera más protagonismo).
Notable película del maestro Walsh, más cerca de drama que del cine negro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario