Película de 1936 dirigida por John Ford. María Estuardo regresa a Escocia para subir al trono tras enviudar en Francia. Sin embargo su vuelta no es nada sencilla: su prima Isabel teme que reclame también el reino de Inglaterra, los caballeros escoceses recelan de ella y su consejero italiano, debe casarse por motivos de estado con una persona poco agradable en vez de hacerlo con el hombre al que ama, se enfrenta por motivo de su religión con John Knox (fundador de la Iglesia presbiteriana en el país), etc.
Película sobre la interesante historia de María Estuardo, heredera de tres tronos y que sólo fue reina por un breve período de tiempo. La puesta en escena es básicamente teatral, rodando casi toda la cinta en interiores y con las exageraciones en las interpretaciones típicas de la época. Ha resistido mal el paso del tiempo, faltándole más ritmo, sobrando romanticismo (como el absurdo comportamiento del pueblo con sus cánticos) y un mayor carácter en los personajes. Destaca Katherine Hepburn con el papel protagonista sacando provecho a los numerosos primeros planos que le brindó Ford, y está bien acompañada por Fredric March, quedando el resto del reparto en una discreta segunda línea.
Interesante episodio histórico pero falto de tensión.
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