Película de 2012 dirigida por Quentin Tarantino. Un cazarecompensas compra a un negro para que le ayude a identificar a tres fugitivos buscados por la justicia. Una vez capturados, se asocian aunque lo que tiene en mente el hombre de color es buscar a su esposa. Juntos trazan un plan para encontrarla y comprarla, sin sospechar que es propiedad de uno de los negreros más poderosos y despiadados del sur.
Tarantino se introduce en un género nuevo para hacerle todo un homenaje: el western. Lo hace fiel a su estilo, muy original, con un peculiar sentido del humor, exagerado en el uso de la sangre y con muchos diálogos sorprendentes. Como es habitual, él mismo es el autor del magnífico guión creando una historia sobre la esclavitud y desarrollándolo con interesantes personajes y originales diálogos completamente impredecibles. Es un soplo de aire fresco en la cartelera, un entretenimiento de calidad del "niño" gamberro de Hollywood que hace las delicias de sus seguidores y algunos más (el uso de la violencia no es tan alto como uno puede esperar de este director con este género, aunque sí hay escenas explícitas). Cuenta en esta ocasión con un reparto de lujo que se muestran soberbios: un excelente Christoph Waltz que repite un gran trabajo con Tarantino, unos estupendos Jamie Foxx, Leonardo DiCaprio y Samuel L. Jackson, Kerry Washington, Russ Tamblyn, etc. Como en anteriores ocasiones, la banda sonora está compuesta por una cuidada selección realizada por el propio director, volviendo a ser de gran calidad aunque chirría un poco el uso de un par de canciones tipo rap con las escenas que acompañan.
Buen western, original, bien hecho y muy entretenido.
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