Película de 1993 dirigido por David Anspaugh. Tras acabar el instituto Daniel E. Ruettiger deja su sueño de ir a la universidad de Notre Dame y jugar en su equipo de fútbol americano porque todos le dicen que es imposible. Tras cuatro años de duro trabajo en una siderurgia, el mortal accidente laboral de su mejor amigo le convence para luchar por conseguir su sueño. Pero no será nada fácil.
Bonita historia real de esfuerzo, constancia y otros valores teniendo como telón de fondo un deporte como el fútbol americano. El director Anspaugh y el guionista Angelo Pizzo ya habían colaborado en otra destavable cinta sobre deporte, Hoosiers, y abordaron esta otro proyecto más individual e incluso más inspirador. Hacía más de 50 años que la universidad de Notre Dame no permitía rodar en su campus hasta esta ocasión, pues vieron que valía la pena contar cómo hay que luchar para conseguir los sueños. Pizzo tenía la dificultad de hacer interesante una historia conocida con un final previsible, pero lo logró al mostrar las dificultades del camino y cómo se tenía que esforzar una y otra vez. No se distrae con historias paralelas para centrarse en el protagonista absoluto, un adecuado Sean Astin, para que el espectador le acompañe durante sus aventuras a lo largo de todo el trayecto. Destaca también la bonita banda sonora compuesta por Jerry Goldsmith.
Inspiradora y entretenida cinta para toda la familia.
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