Película de 1967 dirigida por Norman Jewison. Un cadáver aparece una noche en un pequeño pueblo de Mississippi y la policía hace una ronda para buscar vagabundos o extraños. Encuentran a un negro desconocido en la estación de tren así que lo detienen y acusan del asesinato. Luego descubren que es un inspector de policía de Filadelfia especialista en homicidios, por lo que lo liberan y hasta se ven obligados a pedirle ayuda para resolver el caso en contra del sentir de los ciudadanos de la población.
Interesante y espléndido thriller policíaco que aprovecha para denunciar el racismo que se vivía en esa zona de los EE.UU. aún en esa época. Jewison lleva a la gran pantalla la adaptación de la exitosa novela homónima de John Ball y que dio lugar a toda una saga protagonizada por el detective de color Virgil Tibbs. La trama policíaca es relativamente sencilla (incluso con alguna lagunilla en la investigación) y su interés reside más en los distintos caracteres de los protagonistas y la relación que se va entablando entre ellos. A ello contribuye las excelentes interpretaciones de Sidney Poitier y Rod Steiger en sus respectivos roles. La localización y el entorno que retrata también está muy cuidado, utilizándolo casi como otro personaje principal más. También destaca la banda sonora compuesta por el gran Quincy Jones y su tema principal.
Buen drama policíaco.
No hay comentarios:
Publicar un comentario