Película de 2012 dirigida por Chris Butler y Sam Fell. Norman es chico al que todos consideran raro porque dice que ve y habla con los muertos. Justo cuando en el pueblo se va a celebrar el aniversario de la quema de una bruja, se le aparece un muerto para prevenirle que los muertos despertarán si él no es capaz de conseguir que la bruja no vuelva. Aunque no está muy convencido de lo que tiene que hacer, Norman intentará liberar a su pueblo de la maldición.
Sorprende la película por su enorme calidad técnica, un trabajo artesanal de stop-motion con resultados magníficos. Butler y Fell han cuidado los detalles y la realización enormemente, hasta por encima de la propia historia. Cogen un cuento de terror infantil y lo desarrollan con algunos altibajos, aunque el resultado es divertido y entretenido, a pesar de algún detalle innecesario no del todo apropiado para el público al que va dirigido. Tiene varias escenas de gran humor, otras con mucha acción y otras que alargan en exceso y bajan el ritmo penalizando la sensación global que se lleva el espectador. Se trata de una pequeña fábula moral sobre las personas que son algo distintas, pero no termina de explotar este punto.
Divertida y muy bien hecha, pero con momentos débiles en la historia.
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