Película de 2011 dirigida por Joe Carnahan. Un grupo de trabajadores de una explotación petrolífera viaja en avión cuando se estrellan en mitad de Alaska debido a una tormenta de nieve. Sólo unos pocos sobreviven al terrible accidente, entre ellos un cazador que se dedicaba a mantener a los lobos lejos de la explotación, y tendrán que enfrentarse a la dura realidad que les espera, con extremas condiciones ambientales, una manada de enormes lobos, etc.
Peculiar cinta que trata de un tema relativamente habitual como puede ser el de la supervivencia-catástrofes pero que no se quiere centrar sólo en la acción que lleva implícita y quiere hacer también algo de reflexión espiritual sobre el ser humano en circunstancias extremas. El lado de aventuras y acción es bastante convencional y tampoco Carnahan se ha quebrado mucho la cabeza para imaginar circunstancias y situaciones más llamativas, aunque tiene momentos bien conseguidos. Pero el ritmo lo rompe para introducir momentos con mayores pretensiones que, en general, se mueven entre lo ridículo, lo absurdo y lo cursi. El protagonista es un decente Liam Neeson que se le ve cómodo en ambas situaciones aunque no se luce como en otras ocasiones.
Cinta de acción con mayores pretensiones pero fallidas.
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