jueves, 27 de junio de 2013
El mejor padre del mundo
Película de 2009 dirigida por Bobcat Goldthwait. Un profesor de instituto vive en el fracaso más absoluto: las novelas que escribe no las publican, están amenazándole con despedirle porque los alumnos no eligen su clase y, lo peor, su hijo adolescente parece no tener la más mínima sintonía con él. Intenta ser positivo en todos los aspectos pero sólo se encuentra reveses. Sufre una enorme tragedia y, paradójicamente, se trata del punto de inflexión que se merecía para empezar a triunfar.
Goldthwait escribe y dirige esta original y valiente sátira sobre la sociedad actual, cómo parece estar dispuesta siempre a encumbrar las mayores hipocresías posibles y a buscar nuevos ídolos aunque tengan los pies de barro. Tiene dos mitades muy distintas, donde la primera tiene una carga sexual (siempre desde una perspectiva verbal, no visual) elevada y se hace pesada y hasta desagradable. Es en la segunda mitad donde el guión empieza a destacar y nos ofrece un recital de crítica, drama y hasta comedia, aunque negra. El resultado es una cinta muy peculiar y que no deja indiferente a ningún espectador, pudiendo gustarle o repugnarle. Lo mejor es el trabajo de Robin Williams que es espléndido, mezcla a la perfección el drama e ironía de su personaje, llamando la atención cómo un actor de su talla se atreve a embarcar en proyectos tan arriesgados.
Peculiar drama con tintes de comedia negra, feroz crítica de la sociedad.
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