Película de 2012 dirigida por Ang Lee. Un periodista se cita con Pi, un hombre de origen indio, para que le cuenta la increíble historia que vivió cuando era adolescente. Cuando se trasladaba con su familia en barco desde la India a Canadá, su barco naufragó y fue el único superviviente junto con algunos de los animales que transportaban (llevaban un zoo). Tuvo que soportar 227 días en el mar, enfrentándose a tormentas, al hambre, la sed y a varios animales que también cayeron en su bote.
Adaptación de la exitosa novela de Yann Martel que cuenta una increíble historia de supervivencia e invita a reflexionar sobre la vida, la fe y otras cosas. La trama en sí es interesante, bonita aunque con momentos duros, pero es la maestría de Lee la que eleva la cinta a un nivel muy alto. Cuida el aspecto visual al detalle, dejándonos unas imágenes extraordinariamente bellas, y ello gracias a unas excelentes fotografía, dirección artística, efectos especiales, etc. que le dan el perfecto toque fantástico a esta pequeña fábula. Pero no descuida para nada la narración y el corazón de la historia, aún con la dificultad de que la mitad de la cinta tiene sólo un personaje humano. Utiliza un narrador (que le cuenta a otro lo sucedido) para poder añadir una interpretación y reflexión en algunos momentos, además de incluir una cuestión trascendental al final.
Espléndida en todos los aspectos.
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