Película de 2006 dirigida por Ron Howard. Un hombre es asesinado en el museo del Louvre apareciendo su cuerpo rodeado de símbolos e imitando un famoso dibujo de Da Vinci. La policía ve que la víctima tenía una cita esa misma tarde con el profesor Langdon, un americano especialista en simbología, por lo que acuden a él para que les ayude a aclarar lo sucedido. Pero una vez en el museo, el profesor se da cuenta que lo han buscado más como sospechoso que como asesor, viéndose obligado a huir para investigar por sí mismo el extraño caso.
Tras un arrollador éxito en las librerías de todo el mundo, Howard decidió adaptar esta famosa y controvertida novela de Dan Brown. Se trata de un interesante cinta de intriga aunque tiene como telón de fondo la religión católica y unas supuestas hipótesis y tramas que podrían hacer tambalear la Iglesia. En cuanto a la trama, lo mejor es toda la información (y recreación parcial) alrededor de dichas teorías y confabulaciones que las hacen parecer verosímiles, siendo lo peor el escaso rigor histórico de las mismas con el daño u ofensa (intencionado o no) a la Iglesia y a los que la forman. Howard imparte un buen ritmo haciendo por momentos emocionante el desarrollo, con unas localizaciones excelentes y un reparto de lujo aunque le falta "alma" además de la ya comentada inverosimilitud de lo que cuenta. Los actores que participan son excelentes aunque la pareja protagonista no se luce para nada, unos simplones Tom Hanks y Audrey Tautou, ensombrecidos por unos más acertados Ian McKellen, Paul Bettany, Alfred Molina y Jean Reno. El resultado es atractivo aunque tiene varias flaquezas importantes.
Entretenida, con luces y sombras.
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