miércoles, 9 de julio de 2014

Brigada homicida


Película de 1968 dirigida por Don Siegel. Dos experimentados detectives van a realizar un trabajo rutinario cuando un sospechoso les quita el arma y huye. Resulta que se trata de un criminal muy buscado y que la actuación pondría en un lugar complicado al cuerpo si se conoce, por lo que su jefe les da 3 días para resolver el caso. Por otro lado, el comisario jefe descubre que su ayudante y mejor amigo está envuelto en un asunto de corrupción policial.
Siegel es el regenerador del cine negro de esta época, siendo esta cinta un ejemplo aunque no la mejor obra de este gran director. Cuenta dos historias paralelas: una vibrante con tensión y mucha acción que es la de una pareja de policías que van tras un criminal, y otra lenta y reflexiva (una crítica sobre el poder en general) sobre un hombre con poder pero con mucha soledad. La primera se podría considerar precursora de la saga de Harry el sucio, funciona bien pero los personajes están algo exagerados en general y tampoco es creíble la raíz del asunto. La segunda es interesante y llega a coincidir en las escenas finales con la primera aunque son absolutamente paralelas, por lo que el espectador ve que se va rompiendo el ritmo de la parte de acción sin que la segunda historia llegue a aportar gran cosa. Cuenta con una pareja protagonista de lujo con el enorme Henry Fonda y Richard Widmark, quienes dan suficientes motivos para ver la película. Lo que es completamente superfluo pero estaba de moda es el lado "playboy" de los personajes principales, por no mencionar el uso del tabaco y el alcohol.
Buena y entretenida.

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