Película de 2008 dirigida por Christopher Nolan. Batman colabora con el teniente Gordon y el fiscal Dent para atrapar el dinero que la mafia mueve en los bancos, pero irrumpe una extraña figura que roba éstos y se lleva todo el dinero. Se disfraza de Joker y es muy hábil, ofreciéndose a la propia mafia para acabar con Batman. Para ello, tiene que sembrar el caos y el terror en la ciudad de Gotham.
Segunda película de Batman que escribe y dirige el genial Nolan, que cogió un personaje conocido por todos y sorprendió por completo, creando unas historias intensas y dando una profundidad al superhéroe y sus secundarios como nunca se había visto. Esta segunda entrega es más oscura y trágica que la primera, profundizando en la soledad del protagonista que se tiene que enfrentar a un criminal muy complejo, todo ello gracias a un magnífico guión en el que la acción tiene un papel muy importante pero la clave es el drama. La cinta rebosa calidad por todos lados, desde los impecables aspectos técnicos a los artísticos, destacando el trabajo de sus intérpretes en el que el desaparecido Heath Ledger hace un trabajo soberbio como el perturbado Joker, y tiene unos compañeros de la talla de Michael Caine, Christian Bale, Gary Oldman, Morgan Freeman, Aaron Eckhart, etc. El director se consolida como uno de los mejores del panorama actual y revoluciona el cine de superhéroes (y el de acción en general) demostrando que contando una buena historia y profundizando en los personajes se pueden aunar el éxito comercial y artístico.
Muy buena.
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