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Thriller de 2011 dirigido por Duncan Jones. Un capitán del ejército se ve repentinamente formando parte de un programa experimental del ejército para la investigación de atentados. Para ello lo introducen en un tren que ha sufrido uno durante los 8 minutos previos una y otra vez para que averigue quién es el terrorista. Se complica la situación cuando, por un lado se va enamorando de una de las pasajeras y, por otro, va descubriendo que tampoco conoce su verdadero estado real.

Tras el éxito de público y crítica de la espléndida Origen en la que los protagonistas se sumergen en el mundo de los sueños, Jones utiliza un elemento parecido: los recuerdos recientes. La película está bien realizada, estructurada y desarrollada, hasta el desenlace que no está a la altura y no encaja para nada con la trama. El guión es de Ray y Ripley, quienes se basan en una teoría para darle cierta credibilidad al argumento, lo cual funciona hasta el comentado final. Aplican dicha teoría para una investigación terrorista y le añaden el suspense con la duda sobre la situación del investigador. Jones consigue crear la tensión apropiada, con un buen ritmo y una producción cuidada. El espectador empieza algo despistado pero en poco tiempo estará bastante enganchado a la intriga y acción. Los protagonistas Jake Gyllenhaal y Michelle Monaghan están bien y muestran buena química. Sin duda que un final acorde al resto de la cinta hubiera elevado el resultado a notable, pero se queda en un mero pasatiempos.

Entretenido thriller de ciencia ficción aunque con fallido final.