Kazan nos presenta este drama romántico sobre la represión sexual, la importancia de las apariencias en la época y el lugar, la depresión personal y los corazones rotos. Sobre todo transmite el mensaje del poema de William Wordsworth de donde extrae el título, la belleza pasajera de la juventud pero que permanece dentro de nosotros para siempre. El guión de William Inge está basado su experiencia personal cuando crecía en Kansas en los años 20. Dibuja varios personajes muy interesantes retratando los extremos clásicos de la sociedad: el rico y el humilde, la reprimida y la alocada, etc. Lanzó las carreras de sus protagonistas, una estupenda Natalie Wood que venía de papeles secundarios (tan importante fue para ella que llamó a su barco Splendor, el que utilizaba cuando murió ahogada) y un novato Warren Beatty que hacía un buen debut. También sobresale Pat Hingle como el dominante padre del chico. También destacan la bella fotografía de Boris Kaufman y la banda sonora de David Amram.
Espléndida película.
No hay comentarios:
Publicar un comentario