Tras la sorprendente y estupenda Memento, Nolan rodó este thriller psicológico donde destacan la puesta en escena, el guión y las interpretaciones. Aunque no llegue al nivel ni originalidad de la anterior, el director vuelve a demostrar su enorme talento para hacer cine comercial de calidad. Es un remake de una cinta Noruega en la que el guionista Hillary Seitz ahonda más en la relación asesino-policía y en los tormentos del investigador. Está muy bien rodada, con unas localizaciones inmejorables y una gran fotografía de Wally Pfister. La historia está bien desarrollada y hace que vayan encajando las piezas, consiguiendo Nolan una atmósfera tensa e inquietante en todo momento. Para ello se apoya en unas excelentes interpretaciones de Al Pacino, Robin Williams y Hilary Swank, siendo el primero el principal pilar de la cinta y dando un motivo adicional para verla.
Estupendo thriller policíaco.
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