Leisen demuestra una vez más su elegancia y estilo con una cuidada dirección artística y puesta en escena. Tiene una trama interesante e ingeniosa con un gran potencial cómico y romántico, pero lamentablemente el guión de Tunberg y Ware, adaptando la novela de Rosamond Marshall, no explota el filón. Tiene momentos bastante conseguidos, pero los alterna con otros mucho más planos y predecibles. Cuenta con una buena pareja protagonista, su actor fetiche Ray Milland acompañado en esta ocasión por Paulette Goddard, además de espléndidos secundarios como Constance Collier y Patrick Knowles. Leisen demuestra su habilidad para la parte estética y visual, pero no encuentra el ritmo ni chispa de otras ocasiones.
Interesante, con buenos momentos, pero sin acercarse al nivel de otras obras de este director.
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