Se trata del primer gran taquillazo del Rey Midas del cine, una película que cambió la forma en que los estudios lanzaban sus estrenos pasando de procesos escalonados a mostrarla desde el primer día por todo USA y en numerosas salas. Para Spielberg fue un proyecto complicado técnicamente, con modificaciones del guión hasta el último momento y con una selección de reparto nada sencilla. Finalmente la duración del rodaje triplicó lo estimado inicialmente, además de superar ampliamente su presupuesto. Precisamente los problemas técnicos con los 3 tiburones mecánicos usados hicieron que se rodara poco al depredador y se utilizaran sugerencias como los barriles, su aleta o colocar la cámara desde su punto de vista, lo cual eleva el suspense creado enormemente. Al igual que Hitchcock hizo que temiéramos el momento de la ducha, Spielberg nos indujo el temor a bañarnos en el mar. La atmósfera que crea durante toda la película es excelente, jugando con la tensión que va generando en el espectador. Otro aspecto mítico de esta cinta es la extraordinaria banda sonora de John Williams, que con tan sólo 2 notas consigue transmitir más suspense que con ninguna otra música hasta la fecha. Está considerada como una de las mejores de la Historia del cine. El reparto está muy bien, encabezado por Robert Shaw, Richard Dreyfuss y Roy Scheider.
Imprescindible.
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