Película de 1975 dirigida por Clint Eastwood. Un profesor universitario de arte aficionado al montañismo trabaja secretamente para una agencia como asesino a sueldo. Tras un último trabajo decide retirarse, pero la agencia utiliza una doble presión para que acepte un peligroso encargo que puede hacer solamente él, pues el objetivo es un alpinista que forma parte de una expedición para escalar una traicionera montaña. Debe formar parte del grupo para averiguar quién de los integrantes es el objetivo y eliminarlo, pero seguramente ya sabe que lo persiguen y estará preparado.
Cinta de espionaje y alpinismo que fue de las primeras dirigidas por el genial Eastwood, aunque no se trate precisamente de uno de sus trabajos destacables. Es una especie de James Bond a la americana, con algo de ADN de Harry el Sucio, en la que no se ha trabajado bien el argumento y simplemente se buscan una excusas absurdas para poner al protagonista en determinadas circunstancias. Seguro que con un guión más hábil el resultado hubiera sido espléndido, evitando también algunos de los tópicos en los que cae. Por contra, las localizaciones son espectaculares, desde el incomparable Monument Valley hasta los alpes. La banda sonora de John Williams es desigual pues tiene algunos temas excelentes y otros muy convencionales. Eastwood también la protagoniza con un buen trabajo y asumiendo mucho riesgo en algunas escenas, pues el rodaje fue tan peligroso que hasta costó la vida a un especialista y otros sufrieron distintos accidentes.
Entretenida pero con un argumento flojo.
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