Película de 2012 dirigida por Gus Van Sant. Un ejecutivo de una empresa gasista es mandado a un pequeño pueblo de una zona ganadera de los EE.UU. para comprar los derechos de explotación del suelo. El proyecto es muy importante porque será el primero de los pueblos que se pretenden abordar en ese estado y los adyacentes, y el momento es propicio porque con la crisis económica los habitantes están muy necesitados de ingresos. El joven llega convencido que va a hacerles un favor a todos, pero irá viendo poco a poco que el asunto no es tan sencillo.
Interesante historia que nos plantea una "duda razonable" sobre un asunto que ocurre hoy en día y que se puede extrapolar a situaciones parecidas, donde la primera apariencia puede ser engañosa y vale la pena hacer una análisis más profundo de las cosas. El guión es de los protagonistas Matt Damon y John Krasinski y hace un retrato bastante bueno de un pueblo cualquiera de una zona rural de los EE.UU. Se nota la intencionalidad ecologista del mensaje pero se hace de una forma elegante al pretender exponer el dilema más que la respuesta al mismo. La localización es perfecta, los paisajes son sencillos pero maravillosos, y las interpretaciones están a buen nivel. Además de los guionistas destacan dos espléndidos actores, Hal Holbrook y Frances McDormand, completando un cuarteto que le imprime gran realismo y calidad a la historia. Van Sant le imprime un ritmo relativamente pausado, como contagiado con la actividad del entorno, que es suficiente para contarnos este relato.
Atractiva e interesante.
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