Película de 2002 dirigida por Rob Minkoff. El pequeño Stuart se echa por fin una amiga, una pajarita que encuentra en la calle que estaba siendo atacada por un halcón. Se la lleva a casa para curarla y presentarla a toda la familia. Todo parece ir de maravilla sin saber que realmente la pájara es cómplice del halcón y todo es un plan para entrar en la casa y robar algo de valor. Cuando se quiere dar cuenta, ha desaparecido el ave y el anillo de la madre de los Little. Stuart irá a buscar a ambos solo por la ciudad.
Tras el éxito de la primera parte era indudable que la productora seguiría explotando el filón del pequeño ratón miembro de una familia de humanos. Es una historia bienintencionada, tanto que llega a ser algo ñoña, pero que cumple el objetivo de hacer pasar un buen rato a los niños. La combinación de animales habladores más algunas aventuras es una fórmula que funciona y capta la atención de los peques de inicio a fin. El guión es bastante flojo, se ve que no se complicaron mucho la vida, siendo lo mejor los comentarios sarcásticos del gato. A los padres les puede resultar algo tonta pero tiene algunos golpes graciosos y su duración es bastante corta, por lo que no se hace pesada. Tiene el mismo equipo de actores con Geena Davis y Hugh Laurie a la cabeza, y en versión original se pueden disfrutar las voces de Michael J. Fox, Nathan Lane, James Woods, y Melanie Griffith.
Simpática secuela.
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