Película de 2013 dirigida por Christian Duguay. Un joven que desde niño monta a caballo y compite en saltos lo abandona tras un accidente. Su padre sigue vinculado al mundo del caballo y compra un potro que le da buenas sensaciones a pesar de ser algo bajo. Al tiempo el joven se empieza a ilusionar nuevamente por la competición y deja el trabajo para centrarse en entrenar a este caballo y llegar lo más lejos posible.
Guillaume Canet escribe y protagoniza esta historia real reciente de un joven deportista muy tenaz y su caballo de gran carácter que tenía magníficas cualidades pero también algunos defectos que hacían que el resultado fuese imprevisible. Recuerda a otras cintas como Secretariat o Sea Bescuit con caballos que hicieron historia, aunque en esta ocasión sea algo menos dramática y tampoco llegue a su nivel. Funciona bien haciéndola recomendable para toda la familia, pues es muy entretenida y bonita, bien realizada a pesar de ser algo larga y edulcorada. Posiblemente donde más falla Duguay es en el personaje del caballo que no llega a darle el empaque necesario, centrando todo el peso de la trama en el joven y dejando al animal en un segundo plano poco acertado. Es la clásica historia de superación donde la tenacidad y el esfuerzo son la clave para alcanzar el éxito.
Bonita historia real para toda la familia.
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