Película de 2002 dirigida por John Lee Hancock. Un entrenador de 35 años de béisbol del equipo del instituto para el que trabaja como profesor se siente frustrado porque de niño siempre soñó y trabajó para jugar como profesional pero las lesiones no le dejaron triunfar. Doce años después de aquellas lesiones tiene un grupo de jóvenes que le animan a presentarse de nuevo a las pruebas, e incluso le retan a que si el equipo gana la liga él tiene que ir. Como lo ve improbable, acepta.
Antes de triunfar con otra cinta deportiva basada en hechos reales con Un sueño posible, Hancock dirigió para la Disney la bonita e inspiradora historia de Jim Morris, un hombre de 35 años que había descartado su sueño de jugar en las ligas mayores de béisbol. Se trata de una película para toda la familia donde se ensalzan buenos valores que valen la pena fomentar y la idea de que hay que luchar para lograr los sueños. Como suele ocurrir en este tipo de historias, es algo predecible pero, gracias a un guión sólido y una buena dirección, vale la pena ver. También ayuda el realista trabajo del equipo de actores con el estupendo Dennis Quaid a la cabeza y otros como Brian Cox, Jay Hernandez y Rachel Griffiths. Recuerda bastante a El milagro pero en esta ocasión se trata de un padre de familia que hará que los niños se metan mucho más en esta bella historia.
Bonita película familar sobre una historia real.
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