Película de 2011 dirigida por Paul W.S. Anderson. El joven rey de Francia es una marioneta en manos del cardenal Richelieu, quien planea iniciar la guerra contra Inglaterra para ayudarle a tomar el poder. Tres mosqueteros de su majestad que llevan apartados un año del servicio por un fracaso en una misión al ser engañados por una mujer, Milady, que trabaja ahora para el cardenal, se unen a un joven valiente hijo de un mosquetero para proteger al rey y hacer fracasar los planes de Richelieu.
Nueva adaptación de la famosa novela de Alejandro Dumas sobre las aventuras de unos espadachines que tienen que afrontar una peligrosa misión para mantener la paz entre Francia e Inglaterra. Todo el mundo conoce esta historia y ha disfrutado, además del propio libro, de varias adaptaciones anteriores. En esta ocasión el formato elegido recuerda a la reciente versión de Sherlock Holmes de Guy Ritchie que tuvo un enorme éxito: mucha acción con trabajadas coreografías en las peleas (incluso con cámara lenta), llamativa recreación del Londres (y París) de la época, vibrante banda sonora, pequeños golpes de humor, uso de artefactos científicos adelantados a su época y mucho uso de efectos especiales. Y aunque Anderson logra un buen espectáculo pierde la esencia de la historia y queda demasiado superficial, por lo que el resultado no es tan bueno como el conseguido por Ritchie. No tiene encanto pero seguro que gustará a los más jóvenes gracias a su estética de videojuego, pues le da igual lo que cuenta y la época siempre que la acción responda a lo que pretende. Las interpretaciones no son gran cosa aunque cuenta con caras conocidas (con algún actor importante) como Orlando Bloom, Christoph Waltz, Milla Jovovich y Logan Lerman.
Cine palomitero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario