Película de 2011 dirigida por Sebastian Grobler. En el último tercio del siglo XIX, un colegio de élite alemán que quiere ser innovador contrata al primer profesor de inglés de todo el país. Se trata de un joven compatriota que ha estudiado en Oxford durante cuatro años y tiene ideas progresistas en educación. No tardará en enfrentarse con el resto de profesores y, especialmente, con la junta escolar que lo ven como revolucionario y antipatriota. Para motivar a los chicos en el aprendizaje del idioma se le ocurre utilizar un deporte que empieza a ser popular en el Reino Unido: el fútbol. Pero tampoco gusta a los padres y promueven su prohibición.
Interesante historia real de cómo el fútbol entró en un país anglófobo y con mentalidad especialmente rígida con un buen guión del propio director y Philipp Roth donde se pretenden destacar auténticos valores como la amistad, la tolerancia y la superación. Sólo por eso ya vale la pena verla en familia porque no abundan hoy en día cintas que promuevan auténticos valores y no muestren violencia o sexo gratuitos. Tiene una ambientación y vestuarios excelentes que nos ayudan a meternos en la época perfectamente y, aunque arranca lentamente, engancha a peques y mayores hasta el final. Como es habitual en este tipo de cintas, es algo predecible pero no le resta nada de interés gracias al buen trabajo de Grobler y su equipo de actores. Cuenta con el conocido Daniel Bruhl y un grupo de niños que hacen todos un buen trabajo. Recuerda a espléndidas películas como Los chicos del coro o El club de los poetas muertos.
Buena, bonita e interesante película familiar.
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