Película de 1984 dirigida por Steven Spielberg. Indiana Jones se encuentra en China y quiere escapar con un pequeño tesoro pero en su huida acaba en un lugar recóndito de la India. Encuentra un poblado bastante desolado porque el marajá ha secuestrado a todos los niños y ha robado la piedra sagrada que veneraban. Indiana sospecha que se trata de una piedra muy especial e intentará ayudarles.
Segunda entrega de esta saga, tan llena o más aún de aventuras y con muchas situaciones límite que hará las delicias de los espectadores aficionados a este género. El argumento tiene muchas flaquezas y hasta el guión es regular, pero Spielberg sabe darle ritmo y crea una trepidante cinta llena de aventuras, acción y humor para toda la familia (los más pequeños se pueden asustar en algunas escenas por su violencia o su asquerosidad). Seguramente es la historia más superficial y liviana de este héroe, pero con brío suficiente para entretener al espectador. Vuelve a contar con Harrison Ford en el papel principal con el que se ve incluso más cómodo y entregado que en la primera. Fue un gran éxito y fue referente del género.
Cine palomitero para toda la familia.
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