Película de 2015 dirigida por George Miller. Estamos en un futuro cercano y en un sitio donde el agua es un bien enormemente escaso. Un tirano tiene sometido a un pueblo que controla mediante el racionamiento del agua y un ejército de asesinos implacables. Mandan a un convoy a por combustible pero el líder del mismo se desvía porque tiene otros planes, descubriendo el tirano que se ha llevado algo de mucho valor para él, por lo que manda a varios esbirros a por ellos. Con ellos se llevan a un prisionero recién capturado sin sospechar que se les volverá en contra.
Treinta años después de la última entrega protagonizada por Mel Gibson, Miller resucita la saga que él mismo dirigió con una cinta trepidante. La acción es prácticamente continua de principio a fin además de cierto suspense que introduce con mucha habilidad gracias a los soldados del tirano. Mantiene un buen ritmo y tiene momentos de enorme intensidad, junto a una pareja de protagonistas muy acertada. Los personajes están bien perfilados y estupendamente interpretados por Tom Hardy y Charlize Theron. La ambientación es buena y los efectos especiales están a gran nivel. Dada la saga a la que pertenece, el espectador tiene unas expectativas que, con bastante seguridad, se verán satisfechas o hasta excedidas, mientras que pueda no gustar a aquellos otros que no disfruten con este tipo de cintas.
Espectacular y muy entretenida.
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