Película de 2004 dirigida por Steven Spielberg. Un hombre vuela a los EE.UU. y le paran en la aduana porque su pasaporte no es válido. Resulta que durante el vuelo ha habido una revolución en su país y los EE.UU. no reconocen a sus ciudadanos. Esto impide también devolverlo o mandarlo a otro lado por lo que queda atrapado literalmente en la terminal. Poco a poco se va dando a conocer entre los empleados por su bondad y simpatía aunque es un grave problema para el responsable de seguridad del aeropuerto.
Como suele suceder, la vida real sorprende más que la ficción, y esta historia se inspira en unos hechos verdaderos que tuvieron lugar en el aeropuerto Charles de Gaulle durante muchos años. Aunque tiene el fondo de drama, Spielberg le da la perspectiva de comedia romántica y hace que funcione muy bien, haciendo una cinta muy amena. Aprovecha el carácter extranjero del protagonista e incorpora varios personajes peculiares para crear muchas situaciones simpáticas, además de introducir un par de historias románticas. También tiene un reparto acertado con Tom Hanks, Stanley Tucci, Catherine Zeta-Jones, Diego Luna, Zoe Saldana... El guión, con historia de Andrew Niccol, y la dirección de Spielberg consiguen superar la dificultad de encerrar la historia en un recinto limitado haciendo una divertida comedia romántica con tintes dramáticos.
Bonita y divertida.
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