Película de 1945 dirigida por Harold S. Bucquet. Un científico que trabaja en el desarrollo de una máscara para los pilotos de aviones llega a la ciudad sin haber reservado hotel. Se encuentra que no hay habitaciones libres y acaba invitándose a la casa de un joven que acaba de conocer. Resulta que la vivienda es de su prima y que está buscando un guarda para conservarla mientras la vende. El científico tratará de pactar con ella un acuerdo beneficioso para ambos, pero la relación que surge entre ellos irá más allá.
Cinta menor de entre las protagonizadas por esta inmortal pareja, Spencer Tracy y Katherine Hepburn, una comedia romántica que no tiene la chispa ni es tan mordaz como otras de las que rodaron antes y después que ésta. Es una película agradable con unos grandes intérpretes pero con una historia floja que se basa en una trama inconsistente, además de contar con un director que no está a la altura. El argumento es absurdo, basado en una obra del amigo de la Hepburn, Philip Barry (famoso por sus otras colaboraciones como la genial Historias de Philadelphia), y el guión no consigue elaborar situaciones simpáticas ni contiene diálogos ingeniosos como en otras películas. Tiene algún momento simpático pero, en general, no es graciosa. La parte romántica sólo funciona por la gran química de esta pareja pero no por sus personajes. Por todo ello, sólo es agradable y entretenida, valiendo la pena por su pareja protagonista.
Entretenida pero algo floja.
No hay comentarios:
Publicar un comentario