Película de 2012 dirigida por Ole Bornedal. Después del divorcio, dos hermanas van recuperando la nueva normalidad familiar pasando los fines de semana con el padre y el resto del tiempo con la madre. En una visita a un mercadillo casero la hermana menor compra una antigua caja de madera sin sospechar que lo que hay dentro la meterá a ella y toda su familia en una pesadilla de difícil despertar.
Bornedal lleva a la gran pantalla la historia real de una familia que experimentó una posesión demoníaca y que acudió a una comunidad judía por ayuda. El propio director reconoce que la mítica El exorcista le sirvió de inspiración aunque, lamentablemente, no pudo acercarse a su calidad en ningún aspecto. Padece de falta de originalidad y, especialmente, de crear la atmósfera de tensión y hasta horror que implican esos hechos. Bornedal fracasa en su intento de imitar a esa gran película y deja su cinta como un producto más del género, lleno de los tópicos habituales del mismo. El reparto no funciona mal pero es el desarrollo de la trama y la dirección los que hacen que no cause el terror que se espera de ella. Básicamente sólo tiene algún susto y alguna escena decente.
Floja.
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