Película de 2005 dirigida por Fernando Meirelles. Un diplomático británico destinado en Kenya sufre la terrible pérdida de su esposa a manos de criminales. También le llegan noticias sobre su íntima relación con un médico amigo suyo y que ahora es sospechoso del asesinato, pues estaba con ella y ha desaparecido. Pero empieza a ver pistas sobre las actividades que llevaba a cabo la mujer, humanitarias pero descubriendo unas terribles malas prácticas de una gran farmacéutica, y que pudieron ponerla en peligro. Lo confirma cuando él mismo recibe amenazas aunque está dispuesto a llegar hasta el final.
Adaptación de la conocida novela homónima de John Le Carré sobre las turbulentas y nada éticas prácticas de una poderosa farmacéutica en un país africano. El tema es muy interesante y sirve para remover las conciencias occidentales sobre el poder de las grandes corporaciones, el papel de los gobiernos y el lamentable estado (y trato que se da) de algunas partes del continente africano. Destaca la inteligente forma narrativa pues, al mezclar presente y pasado a un determinado ritmo, consigue generar una mayor intriga e ir desvelando la realidad de lo sucedido conforme lo descubre su protagonista. No es convencional en su desenlace aunque padece de algunos clichés en su desarrollo como "cine de denuncia". El inicio sí es algo lento y hasta flojo por momentos, pareciendo Meirelles que quiere recrearse un poco en la presentación del drama y fallando en la creación de atractivo para el espectador. Pero la película va a más y acaba muy bien, dejando un buen sabor de boca. Tiene una estupenda pareja protagonista con el fantástico Ralph Fiennes y a Rachel Weisz en su, posiblemente, mejor trabajo.
Buena
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