Película de 2017 dirigida por Baran bo Odar. Un policía se queda con una mercancía de cocaína sin sospechar el enorme problema que le va a suponer: el propietario de la droga se va asegurar su retorno y asuntos internos está pisándole los talones para atraparlo. Ello hace que el día que tiene por delante se convierta en una pesadilla.
Odar pretende construir una montaña rusa de acción con giros de la trama para asegurar los borbotones de adrenalina en el espectador pero falla en su objetivo. Desde el primer momento introduce un ritmo elevado de la acción pero no construye ni desarrolla apropiadamente un argumento que se pueda seguir y da la impresión de estar frente a un trailer o un videoclip de hora y media. En la trama se aprecian ideas que podían ser buenos pilares para una historia, pero no se aprovechan debidamente. Puede encajar para quienes buscan acción continua sin mucho más y los aficionados al género policíaco de mucho ritmo. Tiene un reparto con estrellas como Jamie Foxx, Michelle Monaghan, Dermut Mulroney...que no ofrecen sus mejores registros o que, como este último, parece crear casi una caricatura.
Floja.
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