Película de 2017 dirigida por Barry Levinson. El 11 de diciembre de 2008 se produjo uno de los mayores escándalos financieros de la historia: el FBI detenía a uno de los más reputados banqueros del mundo y lo acusaba de estafa piramidal habiendo defraudado más de 50.000 millones de dólares. Su familia parece que no estaba al tanto y muchos de los que perdieron su fortuna estaban entre sus familiares y amigos.
Levinson dirige un producto para la televisión sobre el gigantesco fraude realizado por Bernie Madoff durante décadas y que arruinó a muchas personas, acabando con la vida de otras muchas. Se centra en el impacto que este descubrimiento produce en su entorno más cercano pues ni su mujer e hijos estaban al corriente de la estafa, a pesar de que estos últimos trabajaban en su empresa. Sin duda que es un caso interesante y que fácilmente atrapa al espectador, aunque le falta intensidad al desarrollo y otra perspectiva mejor desde la que contar este episodio real. También hubiera sido atractivo mostrar un poco las técnicas usadas para llegar a convertirse en un referente de Wall Street siendo un fraude y que hasta las más famosas casas de inversión confiaran en él. Pero Levinson prefiere contar su historia personal y el drama vivido por su familia. Cuenta con una pareja protagonista de lujo, con un sobrio y estupendo Robert De Niro y una buena Michelle Pfeiffer, con secundarios conocidos como Hank Azaria.
Interesante
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