Película de 1991 dirigido por Kenneth Branagh. Una mujer aparece en estado de shock sin recordar nada y sin poder hablar intentando entrar en una institución religiosa. Le piden a un detective especialista en buscar personas que reciben herencias que ayude a la chica a encontrar familiares o amigos y, aunque no le apetece, acaba aceptando. Aparece un hombre que hace hipnosis para ayudarla y parece funcionar, pero lo que cuenta no tiene sentido.
Entretenido thriller que no fue valorado ni por la crítica ni por el público pero que es mucho mejor de lo que suele encontrarse en la cartelera. La trama se basa en dos historias paralelas en dos épocas distintas y que, conforme pasan los minutos, hacen que el espectador vaya imaginando lo que puede suceder pero se dan algunos giros para su sorpresa. Tiene momentos realmente buenos, aspectos bien hilados y sorprendentes, y un clímax logrado. Branagh se inspira claramente en maestros como Hitchcock y en algunos títulos que todos conocemos para asegurar su resultado. Contribuyen las dobles interpretaciones de la pareja formada por el propio Branagh y Emma Thompson, y con presencia de actores de la talla de Derek Jacobi, Robin Williams y Andy García. Todo esto hacen de la película un relato vibrante y con intriga creciente que engancha al espectador hasta el final.
Buena.
No hay comentarios:
Publicar un comentario