Película de 2006 dirigida por Woody Allen. Un famoso periodista británico muere repentinamente y en su eterno camino coincide con la secretaria de un famoso que le dice que sospecha haber sido asesinada por su jefe al descubrir que se trata de un asesino en serie. Es tan grande el escándalo que busca volver a la vida para aprovechar el soplo, pero sólo consigue aparecer en una actuación de un mago mediocre y desvelar el secreto a una estudiante de periodismo. Ésta junto con el mago investigarán la pista sin ser conscientes del peligro que pueden correr.
El gran Allen retoma el estilo de la estupenda Misterioso asesinato en Manhattan para hacer una divertida comedia de suspense, siendo también autor del guión (como es habitual). Se aleja de sus temas más habituales y serios como los problemas de parejas, la religión y otros, lo cual no gustó a algunos de sus seguidores. El papel que asume el propio Allen es el característico de este artista, nervioso, inseguro e hipocondríaco, con una gran verborrea en la que introduce numerosos comentarios ingeniosos y divertidos. También el suspense que genera está bien conseguido, con algunas escenas que llegan a poner nervioso al espectador. El trío protagonista lo completan una floja Scarlett Johansson y un normalito Hugh Jackman, destacando más el personaje de Allen.
Divertida y con intriga.
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