jueves, 21 de julio de 2011

La pícara puritana

Clásica comedia de 1937 dirigida por Leo McCarey. Un matrimonio decide divorciarse tras perder la confianza mutua, e inician el periodo de 3 meses hasta que surte efecto. Pero los celos empiezan a aparecer cuando se ven con nuevas parejas.

Se trata de una de las buenas comedias que protagonizó el gran Cary Grant en los años 30, esta vez dirigido por un gran cineasta como McCarey. Es una comedia romántica con algunos aspectos de screwball, pero sin ser demasiado alocada (sólo algunas escenas parecen excesivas o tremendamente absurdas). El guión de Viña Delmar, basado en la obra de Arthur RIchman, tiene muy buenas escenas cómicas (gran uso del perro, entre otras cosas) y diálogos con ingenio y gracia, aunque algunos momentos cae en el disparate como herramienta humorística pero sin usarlo adecuadamente. Cary Grant vuelve a demostrar sus habilidades para la comedia con una interpretación estupenda y cuya presencia acapara siempre nuestras miradas, ya sea porque está interviniendo directamente o por las caras y gestos que hace cuando no. Muestra bastante química con Irene Dunne, quien también hace un buen papel aunque con algunos altibajos. Incluso mejor que ella está Ralph Bellamy, con una brillante mezcla de inocencia, honestidad y estupidez.

Divertida comedia romántica y de calidad.

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